Cuando nos miramos en un espejo podemos tender a:
- Comparar nuestro cuerpo con el de los/as demás
- Centrar nuestra atención en los que consideramos nuestros defectos
- Mirarnos de forma analítica, buscandoimperfecciones que ocultar, perfeccionar o reprocharnos
¿Te ha pasado alguna vez?
Por desgracia es algo muy habitual, y a la vez dañino y desgastante.
¡Qué presión la de tener que tener una forma o características concretas!
Especialmente cuando no las tienes, que es lo más común, y teniendo en cuenta que muchas de esas características no son modificables, o no lo son a corto plazo y de una forma saludable.
Hoy os proponemos buscar alternativas a través de:
- La ecuanimidad, esa habilidad por la cual nos centramos en lo objetivo, sin emitir juicios ni meras opiniones
- La no-evitación, dado que el rechazo a algunas partes de nuestros cuerpos nos invita a mirar hacia otro lado
- La relativización, nada es perfecto ni imperfecto, y todo lo es
Todos los cuerpos son valiosos tal y como son
Mireia Valera
Dirección
Psicología General Sanitaria
Esp. Psicopatología Clínica y Terapia Contextual
Num. Col. 22209