Soltar. Últimamente me he sentido bombardeada con este concepto, y hoy me apetecía reflexionar sobre ello y, sobre todo, aportar un importante matiz.

Soltar puede liberarte. Puede volverte más ágil, conectarte con tu esencia. Reducir la carga, aligerar. Pero, como de costumbre, esto no es algo absoluto; Soltar también puede significar huir. Esconderse. Mirar hacia otro lado. De ahí la necesidad de aprender a sostener. Y sobre todo, de aprender a determinar qué sostener, y qué soltar.

Hoy te animo a sostener tus emociones el tiempo suficiente que te permita entenderlas. Recogerlas, antes de soltarlas. A sostener aquellas relaciones que realmente lo merezcan, aunque sean difíciles, aunque a veces pesen, antes de dejarlas ir. Te invito a sostener el esfuerzo, pese a la incomodidad, pese a los inconvenientes. A persistir en tus objetivos, antes de soltarlos. A sostener la respiración, notando las sensaciones de tu cuerpo, conectando contigo, antes de dejar ir el aire.

Porque nos han enseñado a «resolver» lo que sentimos, a actuar sobre ello para cambiar nuestro estado emocional. Nos han enseñado que debemos estar bien, y que estar mal está mal.

Pero, qué frustración descubrir que no puedo cambiar lo que siento, ni estar bien cuando estoy mal, ni inhibir mis emociones cuando no me son agradables… Y no puedo hacerlo porque no tengo esa capacidad. Soy capaz de muchas cosas, pero de controlar lo que siento, NO.

Ni lo soy yo, ni lo eres tú, ni lo somos nadie, aunque se hayan empeñado en hacernos creer lo contrario, muy probablemente porque antes alguien se había empeñado en hacérselo creer a ellos/as.

Aprende, también, a sostener

Lo que sientes es informativo. Te ayuda a entender lo que está ocurriendo, y a actuar sobre ello (sobre lo que está ocurriendo, no sobre lo que sientes). Lo que sientes es temporal; cuando el mensaje llega (y es leído), lo que sientes se va.

¿Y si dejamos de luchar contra ello y sencillamente nos centramos en entender el mensaje y acompañar la emoción hasta la puerta de salida? ¿En respetarla y sostenerla hasta que pase?

Saldrá y entrará cuando quiera, esta puerta es giratoria. Pero al menos dejaremos que cumpla su función informativa. Esa función tan importante que contribuye a nuestra supervivencia.

Mireia Valera
Dirección
Psicología General Sanitaria
Esp. Psicopatología Clínica y Terapia Contextual
Num. Col. 22209