Haz que lo que digas, sume

Sumar fuera

Hoy queremos reflexionar sobre la influencia del DIÁLOGO tanto a nivel interno como a nivel externo.

Cuidar lo que se dice es parecido a cuidar lo que se come, un propósito que algunas veces dejamos para después con facilidad. Ambas cosas tienen un efecto regulador potente e inmediato, pero a medio – largo plazo ambas pueden traernos consecuencias muy poco deseables. Por eso, cuando hablemos o comamos, lo importante será SUMAR.

Aportar, nutrir, y no sólo sentirnos bien momentáneamente con conductas impulsivas que poco tienen que ver con quiénes somos en realidad. Al hablar y al comer, si vas a contribuir, que sea sumando. Sumando respeto y conciencia, con una meta bien definida que refleje quién eres lo más fielmente posible. Sumando compromiso contigo, con tu cuerpo y, si lo deseas, también con quienes te rodean. Sumando salud física y emocional.

Haz que lo que digas, sume

Sumar dentro

¿Eres consciente de los mensajes que te envías? Cuando te hablas, continuamente te mandas mensajes que quedan bien grabados en tus esquemas sobre ti misma/o.

  • Qué torpe soy.
  • Es culpa mía.
  • No puedo hacer esto o aquello.
  • Saldrá mal.
  • ¿Qué pensarán de mí?
  • No soy suficiente.

A lo largo de un día cualquiera podemos enviarnos estos y muchos otros mensajes directa o implícitamente. Estos mensajes son la base de las sensaciones de incapacidad, insuficiencia, incompetencia o inseguridad que tantas veces sentimos. ¿Te suenan?

Haz que lo que digas, sume. Terapia.

En terapia es frecuente que el/la paciente se defina como inseguro/a, sin confianza en sí mismo/a, o que muestre una autoestima dañada. Las grandes preguntas aquí, la más habituales, suelen ser: ¿Por qué soy así? ¿Cómo hago para cambiar?

La solución no es sencilla, pero podemos empezar por darnos cuenta del diálogo interno que hemos desarrollado, analizarlo e introducir nuevas formas de relacionarse cognitivamente con uno/a mismo/a.

Porque ¿cómo vas a sentirte seguro/a y capaz si continuamente te dices que no vas a poder y te señalas aquello que haces mal o que no consigues?

Para mejorar la relación con uno/a mismo/a, el primer paso es mejorar la forma en que nos hablamos.

Cuando (te) hables, cuída(te).

Las consecuencias de un diálogo, son brutales tanto para ti como para los demás.

Mireia Valera
Dirección
Psicología General Sanitaria
Esp. Psicopatología Clínica y Terapia Contextual
Num. Col. 22209